Sueño o pesadilla

Que sorpresa, pronto seremos adultos, pronto seremos viejos, pronto seremos tierra.


No me deprime el paso del tiempo, no tanto como aquella vez en la que soñe con una serie tan olvidada de la cual pocos recuerdos tengo, en ese televisor de cartón (por su forma), muy arriba en lo alto de un ropero de caoba, yo miraba los Rugrats, una serie de los años 90 que tenía una popularidad agradable y extrañable, solo recuerdo el nombre de algunos personajes como el del padre de unos bebés, llamado Hugo, un sujeto muy trabajador al parecer. Una noche, tenía un dolor de cabeza, quizá el calor o las ganas por encontrar a mi perro perdido, me tenían preocupado y conllevo al estrés que me sedujo al sueño o pesadilla que narrare a continuación.

Hugo estaba haciendo jueguetes de madera en el sótano, y estába llorando, al mismo tiempo que lo hacía miraba debajo de su mesa muy preocupado de manera constante, como si de algo perdido se tratara. De la nada, un llanto sonó de uno de los cuartos no lejanos, era su esposa que se acercó y se miraron sin decirse nada, fue algo realmente incómodo, ambos se miraban fijamente y no se decían absolutamente nada, yo veía todo debajo de algún lugar, no se de donde pero nadie se percataba de mi existencia aún, quizá una mesa, no podía salir de ahí. Hugo agarro lo que estaba construyendo; era uno de sus hijos pero armado con partes de madera, tenía la cabeza colgando y sus ojos estaban brillando en la oscuridad, él se lo mostró a su mujer entonces ella se lo llevó. Cuando la esposa de Hugo se fue, aparecio uno de sus hijos, entonces el lo agarro fuertemente y lo subió a la mesa, recuerdo haberme alejado, no quería mirar que podía pasar, pero hice ruido, entonces tenía la opción de salir corriendo o esperar a ver qué podía pasar. Comencé a escuchar un grito muy fuerte y desentonado, como si quisiera llamar mi atención y destruirme mientras unos pasos se acercaban a mi. No recuerdo que más sucedió, pero estaba en otro lugar, parecía totalmente diferente y Krusty el payaso estaba ahí, un personaje de los Simpsons, el sostenía un reloj que miraba constantemente, quizá un celular. Krusty comenzó a asustarse y caminar como una araña por las paredes de ese lugar, se movía muy rápido que casi no podía verlo, Hugo apareció y me dijo: 
—pronto seremos tierra, pronto seremos adultos, pronto seremos viejos, —Algo que repetía una y otra vez con al misma tonalidad y tiempos.
Corri sin parar, ni se cómo logre salir, pero me encontré con los bebés de los Rugrats en un parque que era llevado por un callejón sin salida, no quería dar media vuelta y aquel lugar era mitad juegos y diversiones, y otra mitad una piscina totalmente grande. Por más tonto que parezca decidí lanzarme a la piscina que pasar por el parque, mientras más avanzaba en la piscina, y me alejaba de las risas de aquellos bebes, el agua se volvía más espesa y se cubría de moho verde, pero debía alejarme, tenía que hacerlo, sentía que me seguían y me miraban, como una presa debil, así que debía irme tan lejos como pudiera hasta despertar o morir.

Tenía 7 años, usen la imaginación.

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