La hermana enamorada de la bruja
muchas historias se escucharon en aquellas epocas de la edad media, Clara Isabela Melfart era la joven hermana de la bruja del pueblo, bruja cuyo nombre era Sofía Melfart. Ella queria tener un hijo a toda costa, pero la vida no le dio la oportunidad de conocer a un hombre con cuál compartir ese anhelado sueño, asi que ella pensó en como conseguir una pareja y comenzó pidiéndoselo a su hermana, la bruja Sofía.
Clara no era ninguna bruja, sus tendencias cristianas no le dejaban tener hijos aunque fuera de eso a ella no le importaba demasiado, aún así Sofia le comento sobre una opción después de meditar, robar un niño del pueblo, al cual después de mucho pensar Clara aceptó. Sofia espero y espero para el momento de rapto adecuado, así pasaron muchos meses y días pero la bruja no consiguió llevarse ningún niño del pueblo. En realidad no podía hacerlo, Sofía sabía que uno robado no sería igual a uno de sangre, y ese sentimiento era algo que ella no podía confesar.
Sofia cambio de estrategia para poder ayudar a su hermana, en base a hechizos fallidos intento enamorar a hombres para que alguno lograra concubinar con ella y poder engendrar un hijo, pero no era un amor sincero, sino amores forzados, amores que no eran más que ilusiones y sueños a ciegas. Un centenar de hombres comenzó a cortejar a Clara, ella sintiéndose agobiada no pudo contener tal situación y culpo a su hermana por la extrañez de la inexplicable situación. Clara escapo de su hermana, sentía que todos los hombres estaban hechizados a causa de la magia de su Sofia.
Sofia, desinteresada solo quería ayudar a su hermana, fuera de todo quizá no le importaba mucho la reacción que Clara tuviera. Pasaron algunos años y Sofía no pudo saber nada más de su hermana, pero la extrañaba. Sobrevolando por muchos lugares dio con Clara, físicamente cambiada, ahora como señora gorda y adulta, Clara se encontraba viviendo en un establo bastante lejos de donde antes vivía con su hermana. Algo la sorprendió, la vio con un hombre de su edad, ambos mayores. Sofia la bruja no podría adivinar cuando conoció aquel hombre que la acompañaba, pero algo era seguro, no había niño por ningún lado. Entonces comprendió que ella había encontrado el amor que ningún otro hechizo había logrado, y mas allá del deseo de tener un hijo, había encontrado algo absolutamente diferente, pero no tan alejado de aquel sueño que tenia en su juventud. Clara se veía feliz, Sofia la mira de lejos, sonrió y sin decirle nada se alejo sintiendo algo inexplicable en su corazón, algo extraño, algo más que soledad que la seguirá por siempre, yo me preguntó porque las historias de brujas son tan extrañas.
Yo no lo sé, pregúnteselo a Sofia.
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